Ayer, se vio en Pamplona una corrida muy dura y complicada de Cebada Gago. Hacía tiempo que no veía una corrida con esa dureza. Toros muy bien presentados, muy astifinos, de gran movilidad, asperos, violentos, complicados, que desarrollaron casta (aunque fuera en muchos casos de la mala) y que mantuvieron siempre el interés. Desarrollaron cierta mansedumbre en varas, salvo el sexto. No eran toros para hacer el toreo bonito, pedían el carnet a sus matadores y requerían toreros muy firmes y valientes, dispuestos a plantarles cara.
Los tres espadas de ayer pasaron este duro examen con diferentes resultados.
En primer, lugar Diego Urdiales estuvo digno toda la tarde. Con su primero, un toro violento, que pegaba bastantes tornillazos, consiguió extraer algún muletazo templado. Plantó cara y no se arrugó. Con el cuarto, el peor del sexteto, un toro que esperaba siempre al acecho, cumplió el trámite de pasaportarlo con la mayor dignidad posible.
Sanchez Vara, pasó, a buen seguro, uno de los peores ratos de su vida. El cárdeno que hizo segundo fue un polvorín ¡Que movilidad! No paró de embestir durante toda la lidia, además a gran velocidad. Para colmo, su matador decidió dejarlo crudo en varas. Se arrepentira durante toda su carrera. El animal se le subió a las barbas y pasó un calvario, tanto para banderillear como luego con la muleta. El toro embestía como un ciclón y no fue capaz de poderle en ningún momento. Sufrió una cornadita en la cara, que parece poco viendo lo que podía haber pasado.
Con la espada, necesito de tres bajonazos infames para acabar con el astado, pues no había forma de que doblara.
Al quinto, se le lidió de forma horrenda. Hasta seis palos se contaban en la arena, tras innumerables pasadas de los banderilleros. Eso, unido a los capotazos del lidiador, que mas bien eran recortes, hicieron que en la muleta el toro, ya de por si complicado, resultara imposible.
Luis Bolivar, dio la cara con el tercero, otro toro de gran movilidad, incansable, que no dejaba despegarte de él. Fue un animal muy codicioso, sin una embestida clara, ante el que había que estar muy firme e intentar templar las oleadas. Fue una actuación digna y valerosa.
Con el sexto, el toro que mejor cumplió en varas donde tomó tres puyazos, estuvo bastante peor. El animal repetía con gran motor, por el lado derecho. Bolivar, realizó un toreo a gran velocidad, sin templar todo lo necesario la embestida del toro. Por el pitón izquierdo, no tenía ni uno.
Fue una corrida de las que casi no se ven. Yo no me aburrí en ningún momento y eso, hoy en día, ya es bastante.
Por cierto, se me olvidaba destacar los dos soberbios pares de banderillas de Gustavo García al sexto de la tarde.
Foto del segundo toro de la tarde.
La foto y la cronica pertenecen a http://torosdeverdad.blogspot.com/
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